Un emoticon expresa más que mil palabras

Para algunas personas, expresarse con palabras es más fácil y desde que la tecnología logró que este tipo de comunicación fuera inmediata, le agregamos un toque de emoción y hasta personalizamos nuestros mensajes con los famosos emoticones.

Scott Elliott Fahlman, es el científico de computo estadounidense
que propuso el uso de :) y :( para distinguir lo que se decía de broma en los correos.

Más allá de utilizar los signos de puntuación para hacer pausas o especificar algún tipo de información, han venido a revolucionar nuestra forma de mensajear e incluso de comunicar en sí. La combinación de todos estos signos que solemos ocupar en chats, foros y correos, dan como resultado la expresión de una cara demostrando alguna emoción; creo que todos hemos ocupado la típica carita sonriente J alguna vez.

Al principio, los emoticones se utilizaron para poder diferenciar lo que se decía en tono serio, de lo que era en broma en un correo. Con el tiempo han ido mejorando la comunicación por escrito sobre todo para complementar las ideas o evitar malos entendidos en el tono en que podría ser leída alguna frase que se pueda mal interpretar.

Pero el uso de emoticones se ha vuelto tan popular y necesario que esta serie de símbolos con las que cuentan todas las redes sociales y aplicaciones de mensajes ahora  pueden expresar algo por sí mismas. Un conjunto de símbolos puede generar una idea en concreto, tal como algunos mensajes cadena lo han demostrado. Aquí un ejemplo.

Esta cadena presenta nombres de películas,
 ¿ustedes hubieran podido adivinarlas todas?

Pero si creemos que, como el nombre lo dice, solo podemos expresar emociones mediante estos íconos estamos muy equivocados, ya que el estilo occidental de las caritas horizontales ha sido complementado con la invención oriental: los emoticones japoneses llamados kaomoji o verticonos,  que usando más signos de puntuación crearon caras en forma vertical e incluso se pueden representar algunos animales.

Estas fueron los emoticones que se presentó
la revista Puck en 1881 

Pese a que el auge de estas pintorescas caritas llenas de emociones se dio con el avance tecnológico, se pueden encontrar algunos antecedentes de la necesidad de expresar gráficamente alguna emoción en un texto como el caso de la revista estadounidense Puck que en 1881 publicó cuatro emoticones con diferentes estados de ánimo.

Este código de caras y emociones ha sido plasmado en las clásicas caritas amarillas que se automatizaron en las computadoras al escribir la serie de signos, incluso mediante algunas imágenes gif, los emoticones llegan a tener movimiento. En el caso de los mensajes entre teléfonos celulares, el sistema operativo de teléfonos inteligentes, Android tiene su propia versión de emoticones verdes.

Ejemplos de los Kamoji o verticonos, los emoticones de Japón que cada día se utilizan más.

En la actualidad, redes sociales - como Facebook- cuentan con una sección especial de stickers o emoticones en los que personajes más elaborados y coloridos presentan las mismas emociones que cualquier emoticon, la diferencia es que no se generan a través de signos, son más grandes y desde mi punto de vista pierden un poco la esencia.

Sin embargo, mantener conversaciones en línea de manera escrita y no utilizar estas herramientas es como "comer unas papas sin cátsup", no está mal pero le falta algo: esa representación de nosotros mismos ante las frases que leemos o producimos.