Cuernos (Horns). El Abogado Del Diablo

Ig perrish (Daniel Radcliffe) es señalado por todos como el asesino de su novia, la siempre encantadora Merrin Williams (Juno Temple). Sin embargo, él sabe que tanto amor no podía terminar de la noche a la mañana y está decidido a hacer lo que sea necesario para descubrir al verdadero asesino. 

Sin pedirlo ni esperarlo, una mañana descubre que hay algo extraño sucediendo en su cabeza, y aunque la gente puede notar los extraños cuernos que salen de su cabeza, comienzan a confesar todos sus pecados y a decir en voz alta todo el mal que desean hacer.

En un filme atípico y extraño que cae en la categoría de fantasía y de drama a la vez, nos encontramos con un sorprendente Daniel Radcliffe que ahora sí demuestra que sabe actuar. Que por fin comienza a quitarse el estigma de Harry Potter y no por salir desnudo, sino por demostrar que puede cargar con el protagónico de un filme diferente. Adaptada de la novela homónima de Joe Hill, no es terror ni fantasía. Es un poco de todo

Dirigida por Alexandre Aja (High Tension, The Hills Have Eyes), Horns logra una atmósfera ciertamente inusual para cualquier filme. Es un drama detectivesco, al tratar de encontrar al culpable de la muerte de Merrin, pero también es una suerte de Abogado del diablo, al hacer que cualquiera que se tope con él confiese sus más profundos pensamientos, sus sueños y sus metas, sobre todo si tienen que ver con destruir al prójimo. ¿Será que todos somos capaces de hacer cosas sucias por cumplir nuestras metas?

El gran defecto que le encontramos son los efectos. Sobre todo los que involucran a las víboras, se ven demasiado falsos. Pero sin duda es un filme agradable que no dejará indiferente al espectador.

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