Las fiestas patronales: las mandas y los mayordomos
La preparación
de cualquier celebración se vuelve todo un ritual difícil de eludir. En este
número te daremos algunas referencias breves respecto a los preparativos que
implican las fiestas patronales, los mayordomos y las mandas que algunas personas realizan para
recibir las bondades de los santos y pedir algún favor a los mismos.
Las fiestas
patronales son conmemoradas para festejar al santo patrono de la colonia o
pueblo, donde por lo usual, la zona lleva el nombre de dicho personaje antes
mencionado.
Los
preparativos para estas fiestas se encuentran íntimamente relacionados con la
religión; cabe mencionar que dentro de estas fiestas también existe un
patronato, el cual se encuentra encargado de seleccionar y tener todos los
preparativos listos anualmente. La música, comida, actividades adicionales y
permisos son algunas de las cosas de las que se ocupa este comité.
Las personas
nativas de la zona son las únicas que pueden integrar estos comités y dentro de
las fiestas también existen aquellos que se ofrecen para ser los responsables
de las imágenes que representan a los santos para res-guardarlas, comprar y
confeccionar sus prendas de ropa y preparar y ofrecer los alimentos a quienes
visitan al santo; estos son llamados mayordomos, pues ellos deben en algunos
casos anotarse en una lista que puede ser generacional y esperar el turno para
ser quienes reciban esta oportunidad,
que a veces puede ser de años de espera.
Los voluntarios
en muchas ocasiones también se ofrecen para realizar estas actividades para
liberar una promesa ofrecida a la imagen de la deidad y cumplir con ella sin
reparo o pedir un favor para después pagarlo a la imagen del santo. A estas
promesas cumplidas se les da el nombre de mandas.
Como un ejemplo
de todo lo antes mencionado, tenemos la festividad del día de la candelaria
donde año con año el día 2 de febrero, a quienes les salió el “niño Dios” en la
ya popular partida de rosca de reyes que se celebra el seis de enero, deben de
hacer o comprar tamales para compartir con amigos y familia, además de que se
lleva a la iglesia para ofrecer una misa de acción de gracias en honor del niño
Dios, pues de acuerdo a la tradición y narrativa, las madres judías debían
presentar al niño después de los cuarenta días de nacido ya que se había eliminado
cualquier rastro de sangre producto del parto.
Como podrás
notar, las tradiciones y las festividades relacionadas con la religión son un
asunto bastante estructurado y lo más importante es que no se han perdido estas
costumbres que hacen tan distinguido a nuestro país de otras partes del mundo.