Parece
que a los guionistas se les acabaron las letras, a los productores ideas y a
las actrices el agua salina; en los títulos pretenden disfrazar toda la trama
con palabras tan desgastadas como
amor o pasión, pero la parte
escalofriante es que llevan mostrando las mismas historias desde que la
televisión pisó suelo nacional.
No es desconocido el uso de los remakes en
el mundo del entretenimiento, ni tampoco la suerte que tienen en la sociedad,
normalmente la calidad de la producción es directamente proporcional al
recibimiento del público, pero ¿cuál es el afán de elaborar un mismo producto
para una generación con necesidades y realidades diferentes?, manteniendo la
concepción sobre la transformación de pensamiento en el mundo, ¿será que aún es
necesario retomar la vieja doctrina de
la lucha de castas sin tener que hacerle una adaptación y plantearla tal cual
en televisión?.
La respuesta más clara de las audiencias es
el continuo declive en los ratings de los canales principales que transmiten
las telenovelas, si echamos un vistazo al pasado, podemos asimilar que no sólo
los canales de televisión abierta pretenden jugar, con lo que ellos piensan es
una “adaptación”, sino que es una especie de baile elaborado para simular
nuevos proyectos en las cadenas televisivas.
Propuestas de telenovelas que son
transmitidas en países de sudamerica, traídas después de varios años a México,
para finalizar siendo recreadas por una cadena “hispanoamericana” en Estados
Unidos y venderlas por el mundo con la etiqueta de novedosa. No se puede negar
que las telenovelas son rentables, consideremos las tendencias de ropa,
maquillaje e incluso música, sin embargo
tras varios años transcurridos es increíble que se retomen historias utilizadas
para las antiguas radionovelas de los años 20; lo más alarmante es que aún
subsistan espectadores que consumen la misma sopa enlatada todos los días.
El crecimiento intelectual de una población se puede medir
desde los aspectos que refleja, pero los teledramas no empatan con las
características sociales. En nuestra
vida diaria jamás nos encontraremos escurriendo mocos tras ver al amado dormido
por las drogas que le dio la enemiga encaprichada que se encargó de desnudarlo
y encamarlo, para posteriormente correr por calles lluviosas. Entonces se puede
mirar desde otra perspectiva y tomar y reproducir algunos esquemas de
comportamiento. Querer reciclar patrones no es novedoso, lo interesante es
querer retornar a una sociedad antigua.
Posiblemente la desesperación de los
creadores provocó el interés por querer regresar a ese público cautivo, latente
y crédulo de todo lo que pasa en el televisor, empujándolos a la continua
repetición de damiselas que rescatar de su pobreza.
Lo lamentable es que esto se acabará sólo hasta que ya no sean rentables este tipo de programas.
ResponderBorrarNo sabían que se repitieran tanto las novelas en todos los países, pero no me sorprende, me encanta poderte leer de nuevo, espero más
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