El género de acción en el
cine es probablemente uno de los más sobreexplotados de toda la historia. Ver
historias de peleas (primero mano a mano, luego con espadas y finalmente con
los avances de la tecnología, desde balas hasta computadoras), son atractivas
por el estereotipo del héroe: aquel que desinteresadamente hace el bien y pelea
contra el mal para salvar a los inocentes. Y como es una historia muy trillada,
cuando vamos al cine a ver una película de estas, sabemos perfectamente a que
vamos: golpes, balazos y sangre al por mayor, con efectos de explosiones
controladas, héroes intocables y un malo memorable.
Hace 4 años, surgió na
idea interesante de la mano se Sylvester Stallone, un ícono de películas de
acción de los 80 y 90: juntar a varias leyendas de su misma época y ponerlos a
matar gente mala en una misma pantalla. Así, Schwarzennegger, Couture, Statham,
li y Lungdren formaban parte de la primera parte de los indestructibles. Unos
más, otros menos, llega la tercera parte con tanta gente que ya ni siquiera
caben en un cartel, entre los viejos y los nuevos "talentos".
Y creemos que, por la
evolución de la historia, introducir a gente "actual" no es tan malo.
Lo malo es que esa gente no es completamente identificable con éste género.
Salvo la presencia de Ronda Rousey, conocida por ser la mejor peleadora actual
de la UFC, las otras jóvenes promesas no generan identificación, y es un enorme
problema. Porque estas películas están totalmente dirigidas a un público
adulto, no por la temática, sino por los protagonistas. Grammer, Gibson,
Banderas son nombres importantes a quienes se les otorga un tiempo mínimo en
pantalla saturada de personajes que no lucen, que no ejecutan sus mejores
movimientos, y lo que es peor, los efectos y la edición parecen de nivel
amateur a pesar de tener un presupuesto inflado: los dobles son demasiado
evidentes, las explosiones ya no sorprenden y la verdadera acción, se tarda
mucho en llegar hasta el escape del edificio y cuyas secuencias dejan mucho que
desear.
Honestamente, no sabemos
si fue por la presencia de la mayor leyenda de todas, Chuck Norris, pero la
segunda parte fue infinitamente superior a esta aburrida tercera parte. Ni
siquiera Rousey en sexy vestido rojo sostiene el peso de pagar un boleto por el
filme.
Calificación. ]
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
En iNEDITA nos interesa tu opinión, muchas gracias por mostrarnos tu interés por el tema.