Siempre
que hay tiempo libre buscamos en que emplearlo, algo que nos guste, que nos
cautive y que nos haga olvidar el estrés del diario. En algunas ocasiones
encontramos una seria de espectáculos lo suficientemente interesantes que nos
generan pasión; sin embargo esos eventos no son lo más sano o lindo que podemos
encontrar.
Desde
la época de los romanos, en el anfiteatro se presentaban combates de
gladiadores que peleaban hasta la muerte, algunos otros como la lucha
grecorromana solo torturaba un poco el cuerpo para que el oponente se rindiera.
Gladiadores romanos, entretenimiento de aquella época. |
Si
bien estos espectáculos ya no son tan extremos, los golpes como entretenimiento
han existido desde tiempos muy antiguos para después posicionarse como deporte, con reglas y medidas de seguridad,
como en el caso del boxeo al usar guantes acolchonados.
En
la actualidad hay una gran variedad de deportes de contacto como el kick
boxing, full contact, lucha libre, artes marciales mixtas y otras variantes.
Pese a las reglas de cada uno de ellos ningún luchador esta excento de sufrir
graves lesiones, inclusive algunos de ellos encontraron la muerte sobre el ring
ante cientos o miles de espectadores. Casos como estos son muy comunes sobre
todo en el boxeo, en el cual tras un K.O. los pugilistas pueden sufrir de un
derrame cerebral, siendo el fin de sus carreras a muy corta edad.
Ejemplo de peleas de perros clandestinas. |
Otro
espectáculo que comparte este origen es el enfrentamiento con animales
salvajes, si bien en Roma se llegaron a sacrificar miles de osos y leones
durante un grandioso espectáculo, en la actualidad se trata con demasiada
violencia a los toros, deporte o tradición que ha estado durante los últimos
años en disputa por tratarse de maltrato animal. Los toros como cualquier otro
ser vivo que se siente amenazado ataca a quien lo ha provocado dejando a más de
un torero con alguna cicatriz que nunca olvidarán.
Pero
el deseo de ver enfrentamientos como parte del entretenimiento del ser humano
no solo se queda en el espectáculo hombre-hombre u hombre-animal, en un mundo
clandestino del que en algún momento hemos llegado a escuchar, sobre todo por
las series policiacas, encontramos las peleas entre animales, sobre todo entre
perros. Caninos que son entrenados para ser agresivos y destrozar a sus
oponentes solo para entretener a un grupo de personas que apuestan y gusta de
ver violencia.
Todos
en algún momento de rabia reaccionamos de forma impulsiva y llegamos a la
agresión por desesperación o tal vez por necesidad de protección contra algo
que encontramos amenazante, lo cual es completamente normal, es un impulso
instintivo que ha permanecido con nosotros a través de todos estos siglos de
evolución. Ver la violencia como un espectáculo ha sido criticado por muchos y
consumido por otros, todo es cuestión de gustos, de perspectiva, pero ¿a qué
nivel puede llegar nuestra morbosidad, nuestra sed de sangre? En este artículo
hablamos del deporte como parte de esos espectáculos violentos pero hay muchas
otras formas en que se puede presentar.
Israel Vázquez y Rafael Márquez "el Magnifico" tras la pelea del 1° de marzo del 2008. |
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