Hace
unos días, se llevó a cabo la Gala Indie Show en el Concert Hall del Casino
Life, presentándose ocho solistas independientes, que en fecha anterior con
todo súper organizado, con alfombra roja invitados especiales, padrinos de
lujo, público y medios… nos quedamos esperando y esperando, pues no se pudo
realizar dicho evento ya que corrimos con la mala suerte que las autoridades de
la ciudad llegaran a clausurar el lugar, aparentemente aún con todo y los
permisos en orden. Todos fuera y de vuelta a nuestras casas.
Pasaron
42 días para que de nueva cuenta pudieran estos jóvenes presentar su tan
esperado show y bajo la sombra de la mega marcha por los desparecidos de
Ayotzinapa, hizo que todo sufriera
retraso, pues fue muy difícil desplazarse por la convulsionada ciudad hasta el
lugar. Finalmente a las 10 en punto de la noche comenzaron, sin el esplendor de
la primera organización y sin grandes personalidades respaldando el evento,
pero eso sí , con las ganas de salir al escenario, comenzaron cantando todos un
popurrí ochentero que invitaba a que el evento sería toda una maravilla.
Cuatro
canciones por participante, algunos mejor
que otros en la elección de su repertorio, en su mayoría covers de los
80´s y 90´s, así como en su preparación musical y vocal, sabemos que la mayoría
de los participantes son principiantes, pero ese no es pretexto para no
presentarse con todo. ¿Qué significa? Desde la elección del vestuario y la
imagen personal, así como la preparación visual de sus coros y bailarines, todo
cuenta y a decir verdad tres lograron
llegar a tener una buena presentación, uno de ellos Jonathan Valenzuela es ya profesional y por tanto su
montaje fue bueno y él se vio muy seguro en el escenario, aparte de ser el
organizador de dicha gala.
El
guapachero Manú Marenco, tendrá que
pensar en darle un giro a su imagen y a
la producción de su show, tiene talento, pero esta carrera requiere más que eso
y es mucha preparación, así que hay que hacerlo con la misma dedicación que todos los profesionales desde
sus inicios empeñan para sobresalir.
Finalmente,
quien vino a salvar la noche cerró la gala con mucha energía y creo que la
mejor producida, tanto musical, visual, imagen y sobre todo en voz: Ann Araujo.
Energía, talento seguridad en el manejo de su escenario y con producción de
disco, hizo que el público se reanimara,
aquí es donde se hace la diferencia entre lo profesional y la improvisación, abismo entre los que
triunfan y los que se van quedando en el camino. Todo dependerá qué tanta
hambre de éxito se tenga y sobre todo el seguir día a día innovándose mediante
el trabajo diario que requiere una carrera tan demandante como la de cantante.
Colaboración de Laura Rodríguez
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