En la actualidad, es muy común escuchar el término “Vegano” que, aunque no es nuevo, si se ha puesto de moda en esta era globalizada. Su significado de fondo, va mas allá de lograr una dieta libre de carnes.
El veganismo es una filosofía de vida que excluye todas las formas de explotación, uso cruel del reino animal y el reconocimiento de su valor individual de este e incluye una reverencia a la vida. Es también un compromiso ético y moral por los derechos y la no violencia contra los animales.
De igual forma, este movimiento rechaza el uso de productos de origen animal sobre la premisa de que las prácticas como la agricultura, particularmente la agricultura industrial; la pesca, la caza y la captura de animales, son ecológicamente insostenibles y son actividades económicas que implican mucha violencia. Llevado a la práctica, se aplica siguiendo una dieta vegetariana pura y alienta el uso de alternativas para todas las materias derivadas parcial o totalmente de animales.
Teniendo un poco de referencia histórica, la posibilidad de evitar el uso de productos de origen animal por razones éticas o de salud fue el asunto que dividió a los vegetarianos a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Esta división se mantiene vigente. Por un lado, existen los llamados “veganistas dietéticos”, quienes evitan comer cualquier producto de origen animal (carne, pescado, huevos, lácteos, etc,), pero sí los usan en la ropa y productos para el aseo personal. Por otra parte, están los “veganistas éticos”, que ven al veganismo como una filosofía y rechazan la comercialización de los animales y su condición de mercancía; y por lo tanto evitan usarlos como comida, indumentaria, entretenimiento o para cualquier otro propósito.
No se debe confundir al veganismo con el ecologismo. Son dos movimientos diferenciados. El veganismo se ocupa por cada individuo animal y sus intereses, mientras que el ecologismo se preocupa por la conservación de las especies en general (tanto animal como vegetal). Los dos movimientos convergen en el hecho de que muchos animales necesitan del ecosistema y todos necesitamos tener un mejor medio ambiente (agua, aire y tierra no contaminados) para poder vivir, pero es una lucha diferente.
En resumen, el movimiento vegano no es sólo en pro de la salud, ecología, sino más bien tiene un peso realmente moral ya que, como ya se explicó, no sólo consiste en un alimentación vegetariana severamente estricta (carente totalmente de algún producto animal), sino que también luchan por no violar ningún interés fundamental de los animales en cualquier ámbito de su vida y a no considerarlos ‘”mercancía”; es toda una filosofía en pro de la vida de todo ser vivo.
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