Entre monumentales edificaciones, calles a medio iluminar,
plazas esquematizadas para sus visitas dominicales, pero vacías entre semana,
como desiertas de actividad social, subsisten las conocidas ciudades
durmientes; su nombre nace del uso que le dan la mayoría de sus habitantes,
donde a pesar de realizar actividades económicas que aportan al crecimiento del
país, no desarrollan su trabajo en la misma localidad.
Imaginen a
estas poblaciones como edificios con literas gigantes que tienen pocas
posibilidades de tener un crecimiento, con un bajo o nulo crecimiento social,
aporte económico, e incluso académico ya que al no contar con familias
completas algunas escuelas pueden entrar en desuso por la limitada matricula.
La
existencia de estas poblaciones comienza cuando las personas se transportan a
otras localidades con el fin de obtener un empleo, ampliar sus estudios, visitar
familiares, y entre más avanza el tiempo, las actividades cotidianas las hacen
por temporalidad, economía o comodidad en la ciudad en la que trabajan pero no
en la que duermen. La falta de un hogar que cumpla con las necesidades es lo
que sin duda remata la situación de los ciudadanos.
Rentar no
es una posibilidad y comprar una propiedad está fuera de discusión, pues con
los gastos en transportes o los alimentos fuera de la vivienda, complica la
posibilidad de adquirir algo que le proporcione seguridad. Otra solución, la
más idónea pero complicada para reactivar la economía de aquellos municipios
durmientes aledaños a las ciudades principales de cada estado, es fomentar el
crecimiento de trabajos en la industria y no solo con negocios pequeños.
Despertar
una ciudad es tan complicado como cuando se intenta despertar un lunes cuando
se regresa de vacaciones, pero con políticas suficientes para soportar las
industrias. Para fomentar la economía, no basta solo con visitas ocasionales de
fines de semana, se necesita de una colaboración entre pobladores, empresarios
y gobernadores para levantar un lugar donde dejen de dormir para que empiecen a
vivir.
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