Desde los años 90 la industria trabaja en buscar una
realidad virtual perfecta con la que conseguir emular el mundo real. Han hecho
muchos intentos diferentes, si bien los avances más significativos e
interesantes se han dado en los últimos años. Oculus Rift (gafas a través de
las cuales se observa la realidad virtual) ha sido revolucionario para este
campo de la técnica, pero desde luego no es suficiente.
A la ya existente tecnología capaz de mostrar un mundo
virtual de una forma bastante acertada es necesario dar el siguiente paso:
controlar esa realidad virtual, algo en lo que Leap Motion está trabajando,
partiendo de sus productos ya existentes.
Su último avance es bastante sencillo de ejecutar, y
trata de situar un sensor Leap Motion en unas Oculus Rift. El sensor es capaz
de detectar el entorno, incluyendo no sólo la habitación donde nos encontremos
sino también otros detalles (muebles, decoración) o por supuesto otras personas
a nuestro alrededor o incluso nuestras manos, con una sensibilidad que por el
vídeo de demostración, es bastante elevada.
Oculus Rift
Es un casco de realidad virtual que está siendo
desarrollado por Oculus VR. Durante su periodo como compañía independiente,
Oculus VR ha invertido 91 millones de dólares para el desarrollo de Oculus
Rift. Actualmente, la versión para el consumidor está prevista para principios
del 2015.
Algunos juegos y sus plataformas deben ser diseñados
específicamente para funcionar correctamente con Oculus Rift. Para ello, Oculus
ha creado un kit de desarrollo de software ( SDK ) para ayudar a los
desarrolladores con la integración de Oculus Rift en sus juegos. La integración
de Oculus Rift en los juegos empezará con los PC y Smartphones, seguido más
adelante por las consolas.
Leap Motion
Este sistema supone un gran avance en los dispositivos
de interacción con las máquinas al estilo de Kinect. Leap Motion es un sensor
que nos permite controlar el ordenador a base de gestos en el aire, tanto
usando los dedos como con las manos completas.
El sistema para el usuario es muy simple. Cuenta con
un sensor del tamaño de un pendrive (memoria usb) que se enchufa en el puerto
USB y que detecta el movimiento de nuestras manos sobre él, interpretando los
gestos que vayamos haciendo como acciones en el ordenador. Dependiendo de la
aplicación que usemos puede servir para mover un globo terrestre o incluso
esculpir en el aire una figura tridimensional que luego se puede imprimir
usando una impresora 3D.
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