A lo largo de los años, el género femenino ha padecido
del machismo e inclusive muchas de ellas lo siguen fomentándo en sus hijos y
maridos. Pero los tiempos cambian. Hoy existe una variante: el neomachismo, que
viene siendo la versión “renovada”.
Hoy en
día, el género masculino ha forjado nuevas tramas para defender su posición de
poder, y éstas se basan en los supuestos problemas que la incorporación de la
mujer a la vida activa ha tenido, sobre todo, en el ámbito de las relaciones familiares.
A esta nueva estrategia la denomina posmachismo (o Neomachismo),
por haber nacido en el contexto de la posmodernidad, y por haber mantenido desde su aparición una cierta distancia respecto a las posiciones clásicas del machismo o del patriarcado.
por haber nacido en el contexto de la posmodernidad, y por haber mantenido desde su aparición una cierta distancia respecto a las posiciones clásicas del machismo o del patriarcado.
El hombre
ha asumido que la mujer juega un papel importante dentro de la sociedad, ya
acepta, porque “así le conviene”, que la mujer tiene derecho a trabajar y a
tener una vida propia. Aun así, su comportamiento dentro del hogar sigue siendo
el mismo que se ha venido desarrollando culturalmente, desde hace años.
El neomacho siente que tiene derecho, sobre
todo, de pedir explicaciones, de no cooperar con las tareas del hogar, que la
mujer cumpla en la cama, de que se le atienda y de que se le pida permiso para todo, entre otras cosas.
Ellos,
comparan el feminismo con el machismo, tratando de crear confusión en algo que
no puede tenerlo, porque pretenden cosas opuestas: éste la primacía del varón y
aquél la igualdad entre mujeres y hombres.
Dejan a un
lado el maltrato físico y permiten que la mujer salga de la casa, pero siempre
buscan mantener el control, el liderazgo. Disfrazan sus verdaderas intenciones,
con palabras tales como: “democracia”, “equidad” y “objetivismo”, pero detrás
de ello, aún no creen plenamente en ellas.
Pero, por
más que se intente llamar de otra forma “evolucionada”, al fin y al cabo, la
violencia de género sigue predominando en nuestra sociedad mexicana. El cambio real
debe de venir desde casa, desde el momento en el que se le trasmite los valores
a los hijos y se les debe demostrar que la verdadera evolución (o cambio)
realmente si es necesario pero para el bien común de la sociedad, y es ahí como la idea
de que pueda existir la equidad de género se fortalecerá.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
En iNEDITA nos interesa tu opinión, muchas gracias por mostrarnos tu interés por el tema.