Sexo en la tercera edad.

Hasta no hace mucho, se veía a la tercera edad como una etapa “desgraciada”, como una especie de limbo al que eran enviadas las personas que, según, ya no tienen nada que hacer en este mundo, más que prepararse para morir. Pero han sido tantos los avances médicos de los últimos años, que se ha logrado dar una vida considerablemente mejor, en todos los sentidos, a estas personas.

          Predominan las razones por las cuales el sexo puede y debe mantenerse en buenas condiciones a medida que la gente envejece, y es que en esta etapa de la vida se van disipando muchas inhibiciones y se siente la necesidad de gozar con libertad de los placeres del sexo que quizás se mantuvieron ocultos en la juventud. Finalmente aquí ya “no hay nada que perder”.

Lo que es real es que, en la medida en la que los años avancen, exista un desgaste normal en los cuerpos. En el hombre, la edad produce cambios fisiológicos indiscutibles, como el tamaño y firmeza de los testículos, disminuye la cantidad de esperma y los niveles de la testosterona. Pero las dificultades para lograr una erección ya casi son parte del pasado, debido al ya tan popularizado Viagra, que ha significado una verdadera revolución en lo que es el sexo en la tercera edad.

          En la mujer, la menopausia psicológicamente supone el comienzo de la tercera edad. Los problemas que la acompañan (como adelgazamiento de las paredes vaginales, disminución de la lubricación, menor flexibilidad de la vagina), provocan en ellas malestar durante el sexo. Pero esto se puede resolver administrando hormonas femeninas, por mencionar una solución medica efectiva.

          Ambos sexos, aunque les haya llegado la edad madura, están capacitados para mantener una vida sexual y llegar al orgasmo, pero la imposibilidad de realizar el coito en muchas ocasiones, les hace buscar otras conductas alternativas, aunque igualmente satisfactorias. Una alternativa práctica, muy común y efectiva es la masturbación. La manipulación preliminar, las caricias, la sensación de intimidad y los masajes son algunas de las técnicas que satisfacen plenamente a las personas de la tercera edad.

          Así pues, es necesario crear conciencia de que llegar a esta edad, mas allá de las limitaciones físicas que pueda representar, no significa que todo está perdido en cuestión de prácticas sexuales, siempre existirán muchas alternativas medicas que ayuden está actividad y sobre todo, es necesario el desarrollo total de la imaginación. Total, finalmente a esta vida se vino a disfrutar y esa idea debe de mantenerse hasta los últimos días.