Si
ver los programas de televisión no te pasa o estás cansado de un mundo en el
que los reality shows y la tragedia ajena es sinónimo de entretenimiento esta
película es ideal. Si eres de aquellos que suelen ver “Cosas de la Vida” y a la
“señorita Laura” entonces también deberías de ver esta película, tal vez
llegues con una nueva perspectiva sobre la televisión para este 2015.
País:
Estados Unidos
Año:
1998
Director:
Peter Weir
Actores:
Jim Carrey, Laura Linney, Noah Emmerich, Natascha McElhone, Holland Taylor,
Brian Delate, Blair Slater, Peter Krause, Heidi Schanz, Ron Taylor
Género:
Drama/ Ciencia ficción
Esta
historia nos narra dos realidades: la primera, desde la perspectiva de Truman,
un hombre que solo intenta tener una vida con las dudas que implica y sueños
que no sabe si es capaz de realizar. Por el otro lado, la de los espectadores,
que tienen una transmisión ininterrumpida las 24 horas del día sobre el más
ambicioso reality show.
En
esta película se puede ver reflejados los intereses de los medios de
comunicación, la publicidad y el gusto por ver la desgracia ajena. Lo que nos
pone a pensar que esta artimaña sigue siendo ocupada y cada vez con menor
sutileza en los programas de hoy en día.
El
efecto escenario dentro del escenario es maravilloso pues mezclan escenas en
set y en locación, que nos enseña un poco sobre el maravilloso trabajo que se
hace cuando se requiere filmar una película y hacer escenas en el mar, por
ejemplo. ¿Qué se ocupa en realidad? ¿Un set simulando el mar o el mar a bajas
profundidades?
Por
otro lado, los diálogos son cómicos pero a la vez irónicos, el director intenta
reflejar la vida cotidiana de una manera muy original ocupando como columna la
televisión. Una crítica social al estilo McLuhan respecto a este medio de
comunicación masivo.
La
película no goza de grandes efectos, al contrario, parodia su uso, lo que la
vuelve más interesante. Los flash back están muy bien marcados por lo que es
fácil seguirle el hilo a la historia.
Pese
a ser una película de finales de los noventa, la vestimenta de los personajes y
su modo de actuar nos hace pensar un poco en los años cincuenta y el boom de la
publicidad del estilo de vida americano perfecto. Los aspectos técnicos que se
ironizan hablan más de un mundo futurista aunque para la fecha en que estamos
no se está muy lejos de conseguir tal dominio del ambiente.
Esta
es sin duda una muy buena película para reflexionar sobre lo que la televisión
hace con nuestras vidas.