Entre los vaivenes de le economía, las luchas sociales y
la creación de instituciones, se vivió la consolidación de la radio como uno de
los mejores medios para transmitir no solo las noticias oficiales
gubernamentales, sino que el interés por las empresas en acrecentar sus
ganancias provocó que los dueños de los espacios radiofónicos elaborara una
serie de creativos comerciales que llamaran la atención.
Es así
como nacen los jingles entre las primeras producciones con un intento muy
estadounidense sobre los anuncios por la radio, recreados por voces melodiosas,
rítmicas y acompasadas con los mismos estilos que la música de la época.
Podemos encontrar desde el más conocido “Ginger Ale es Canadá Dry, Ginger Ale
como él no hay, Canadá Dry Ginger Ale, El refresco que sí… apaga la sed” que en
tan solo 14 segundos te presenta un producto sin necesidad de moldear un
concepto ensimismado. Hasta los que llegan a contar una historia como el del
“Rompope Santa Clara” que dura 57 segundos, todos con las mismas
características, limitados a pocas voces, sin mucha posibilidad de edición ni
cambios a futuro, fueron como se desarrollaron los comerciales en la caja
radiofónica.
Con el
paso de los años, estos ritmos y frases pegajosas se transformaron; en las
consolas solo es necesario describir los elementos para la producción de la
pista base y se buscarán de forma digital en una caja de sonidos risas,
alabanzas, o el sonido del producto a vender, posiblemente la magia de las
voces en vivo con la creación de sonidos hechos con cosas como bolsas de papel,
plásticos y vasos no es la misma, pero el conjugar las vocalizaciones de varios
integrantes en un mismo audio es otra especie de encanto, embonar la música
para que los efectos evoquen dinamismo conlleva una gran responsabilidad.
Algunos
aún recordaran pequeñas frases cortas que representen algunos productos,
mientras que la música y los estilos estén en continuo cambio, o las
intenciones de los comerciantes sea prevalecer en la memoria en la mente de los
escuchar no podremos escapar de los estribillos y frases redundantes.
A continuación mostramos los dos comerciales mencionados:
Cortesía de Archivo Sonoro.
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