Por
la hora, el trabajo o la escuela en muchas ocasiones no nos damos el tiempo de
desayunar; hemos escuchado que la primer ingesta de alimentos es fundamental pero no tenemos muy claro por
qué.
Cada
mañana despertamos con una reserva limitada de energía, suficiente para poder
hacer algunas labores matutinas esenciales pero no esfuerzos grandes tales como
el ejercicio, la concentración o actividades intelectuales.
Nuestro
organismo necesita de suficiente cantidad de glucosa para tener la energía
necesaria para hacer las actividades cotidianas. Esa glucosa viene de los
alimentos que ingerimos, la primer tanda viene en el desayuno, posteriormente
en la comida y para finalizar la cena, además de las pequeñas ingestas entre
estos tiempos precisamente para no dejar a nuestro organismo sin glucosa y que
nuestro metabolismo esté activo.
Esto
para evitar problemas como el sobrepeso, la obesidad y la diabetes. Si no
tenemos alimentos y por lo tanto fuentes externas de donde obtener la glucosa,
entonces la cortisona busca obtener la energía faltante de las células, es algo
como devorarnos por dentro y esto afecta nuestro tono muscular y la baja de
funciones intelectuales.
Entonces,
si no hay alimento que desbaratar para obtener la energía, el metabolismo se
pone en modo ahorrativo y aumentamos de peso porque sabe que necesita una
reserva debido al gran tiempo sin
ingerir alimentos, así que ayudemos a nuestro organismo y démosle un
empujoncito con el desayuno. Qué comas dependerá de tus hábitos y tus
requerimientos específicos, para ello consulta un nutriólogo.
El
desayuno debe cubrir alrededor del 20-25% de todas las calorías que tomamos al
día.
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