Las telenovelas son un clásico que queramos o no todos hemos llegado a ver alguna ya sea por gusto de la historia, por los actores o actrices que salen en la trama, ¿Pero realmente qué es lo que nos engancha a ver una novela?
A pesar de que sabemos la historia dado que las hemos visto una y otra vez, se vuelven
clichés (acción repetitiva) en donde la protagonista generalmente tiende a sufrir por amor, es honesta, en algunas pobre en otras con dinero pero con problemas familiares y casi casi es una santa, el galán de la protagonista generalmente es noble, caballeroso y de un corazón desinteresado en muchas situaciones manipulado por alguna temible pareja o ex pareja e incluso por una madrastra orgullosa, un elemento clave de toda buena historia es el némesis de los protagonistas la mala y el malo del cuento a los que generalmente todo le sale bien, las trampas, jugarretas, humillaciones a la protagonista, claro hasta que los protagonistas deciden armarse de valor o casualmente se vuelven millonarios y profesionistas exitosos logrando poner en su lugar a estos personajes (muchos habrán escuchado o visto una de las sagas más clásica en México y Latinoamérica la saga de las Marías realizada por Thalía)
Lo que realmente nos engancha de una novela es que son tramas que ya conocemos porque hemos crecido con ellas desde los cuentos de Blancanieves, La bella durmiente, Cenicienta,entre otros cuentos y novelas de literatura que leemos a lo largo de nuestra vida, es así que estas historias se logran reproducir una y otra vez hasta la actualidad modificando aspectos emocionales o físicos de los personajes pero manteniendo la esencia de los buenos son buenos aunque ya no llegan a ser tan dejados y los malos son realmente malos hasta el punto en el que la audiencia cree que los actores son ese personaje y los llegan a agredir verbal o físicamente, es tal la identificación que se ha logrado con la audiencia que se han ido adaptando y mezclando elementos populares y culturales de la identidad de cada región o país.
¿Pero realmente es parte de nuestros anhelos e ilusiones llegar a tener una historia de ensueño?
La industria telenovelera ha llegado a comprender que una de las más grandes emociones
del ser humano es el amor y alimentan este anhelo con historias que mueven y juegan con
sentimientos y emociones aunado al reconocimiento y cohesión social (es tal la cohesión que va más allá de las pantallas y los televidentes se identifican adoptando frases, actitudes o características de estos personajes llegando a consumir discos, mochilas, prendas de vestir similares a las que aparecen en televisión, conciertos o cualquier otro artículo promocional de su telenovela favorita) es así como se han logrado posicionar este tipo de productos televisivos llegando a convertirse en los reyes de las televisoras en horarios estelares, pasando publicidad cada 3 minutos o ya dentro de la misma telenovela y aunque parezca motivo de burla o de chiste es tal el éxito que ya hace algunos años existe un canal de paga con el propósito de transmitir repeticiones una y otra vez de los grandes éxitos telenoveleros de los 90`s y actuales.
En el contexto actual los sufrimientos que causan el desempleo, la violencia, la pobreza y la exclusión social convierten a las telenovelas en uno de los pocos lugares en donde soñar es permitido, se convierten en un refugio que nos aleja de las situaciones conflictivas de la realidad logrando tener una identidad más allá de nuestras problemáticas manteniendo de cierta forma la esperanza y las ilusiones.
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