Dolidas pero bonitas

En la música podemos encontrar de todo y cada época se ha visto dominada por algún estilo, tal como pasa con la moda. Muchas de las bandas han trascendido en el tiempo y son recordadas aunque ya no existan, por ejemplo The Beatles o de The Doors; pero hay otro grupo de música que tal vez no pertenezca al mismo género por lo que es difícil de clasificar pero sigue presente en la mente de muchos y se pega poco a poco a las nuevas generaciones.

Esas canciones que podemos denominar como viejitas pero bonitas aunque esta vez no hablaré de esa música de los años cuarenta, sino algo más moderno que ha marcado a muchos por la letra y por lo mismo se hacen presentes en diferentes ocasiones, sobre todo para las mujeres. Desde  la década de los años setenta la presencia de la cantante femenina cantando al desamor se hizo bastante popular y se terminó de consolidar en los noventa.

Podrá parecer un poco raro, pero es que acaso nadie conoce aquellas canciones de Vicky Karr, de Lupita D’alessio, Yuri y Selena, por mencionar algunas, cuyos temas se han vuelto himno de las mujeres dolidas y prácticamente de cualquiera sobre todo si ya lleva algunas copas encima.

Canciones que pasan de madre a hija durante las largas jornadas de labores domésticas con los diversos volúmenes de “Joyas sentimentales”, canciones que no pasan de moda y son incluso cantadas por otros artistas y siguen teniendo éxito.

No se sabe que pudo haber pasado en esa época para que predominaran las canciones de desamor y resignación, y mucho menos por qué fueron tan bien recibidas y populares (aunque eso se puede imaginar).  El desamor es un tema fundamental para la música pero estas canciones gozaron de un dramatismo especial, algunas parecen más recitadas que cantadas, lo que sí es que llegan directo a la herida y son muy claras en cuanto al reclamo que hacen a los hombres.

Un misterio que nunca resolveremos, pero alguna de estas canciones se encuentra en nuestra memoria dispuesta a salir en el karaoke, o en la fiesta luego de una ruptura o por solidaridad con el género.